Ensalada de algas wakame con sésamo y chile.
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- 1.25€/ración
- Fácil
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Algas wakame con sésamo y chile.
No hay nada más rápido, veggie y barato.
Las algas han llegado para quedarse.
Ya no nos sorprende cuando en algún restaurante nos ofrecen algún plato a base de algas. Y no me refiero si estamos en el restaurante Aponiente de Ángel León el Chef del Mar que ha hecho su bandera no solo de las algas sino de todo el mar. Nos estamos acostumbrando a su presencia, sus texturas infinitas y sus sabores sorprendentes incluso en los supermercados.
Además vienen con la etiqueta de saludable. ¿Qué más se puede pedir?
El ser humano comenzó a cultivar la tierra y fue el gran salto en su evolución.
¿Cuál será el salto de la Humanidad ahora que estamos empezando a cultivar el mar?
Los colores de nuestra mesa.
Los colores de las algas son incontables y luminosos. Cuando preparamos una receta es muy importante la combinación de colores para inducir al comensal a probar el plato.
Comemos por los ojos.
En esto las algas son nuestras grandes aliadas porque van a aportar luminosidad a nuestra mesa.
Verde intenso de algas wakame.
Los aromas y textura del wakame.
Ya nos ha entrado por los ojos y hemos decidido probar. Solo moviendo la ensalada con los palillos o con el tenedor se levantan unos aromas a mar y a dulce que nos impactan. No son frecuentes en la dieta a la que estamos habituados. Es muy agradable. Pero el espectáculo llega cuando las probamos.
Esperamos una verdura tierna y blanda por su aspecto y nos encontramos un bocado crujiente de mar.
Es una delicia. En este caso viene aderezada con aceite de soja, semillas de sésamo y rodajas de chile. Está sabrosa pero no es picante esta ensalada de algas wakame con sésamo y chile.
La presentación.
No hace falta complicarse. Se trata de un plato sofisticado por sí mismo a la vez que exótico. Nosotros hemos elegido un bol unipersonal para que las protagonistas sean las algas.
Ensalada de algas wakame
Pero lo mejor de todo es la absoluta simplicidad para prepararla. Fieles al espíritu SOSmenú. Viene ya preparada en un sobre de plástico y congelada. Lo único que tenemos que hacer es dejar que se descongele, lo mejor es que se haga poco a poco en el frigorífico y a presentar en la mesa.
Vais a triunfar y os van a preguntar dónde las habéis comprado.
Os recomiendo que tengáis algunas en vuestro congelador por si algún día tenéis algún antojo o algún invitado inesperado.
Esperamos que os haya gustado y que la probáis. Contadnos cómo han reaccionado vuestros invitados al probarlas.
Muchas gracias.
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